domingo, 4 de junio de 2017

La Noche


Deslizo la conciencia
por la arista de vidrio que divide
el mar de los anhelos, del desierto.
Vuelve la euforia al punto de partida
como si a la razón, quisiera darle el juego
otra oportunidad.
Mojo mis labios.
Sueño.

Mermando va la fuerza.
Crece el ego.
La noche hace girar el tiovivo.

Las vírgenes de luz se multiplican.
Medrando la belleza y el letargo.
Reseca está la mar, crudo el desierto.
Ya no hay rastro del hielo.
Silencio.
Ha amanecido.








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