lunes, 16 de febrero de 2015

EKAITZ


Siempre como promesa.
Cuanto más deseaba, así más te alejabas.
Fuiste el reto, la meta. El deseo sublime
en que todos ponemos las ansias y esperanzas.

¡Mira que he trabajado!
Todo han sido desvelos
por tratar de ser uno
contigo, sin distancia.

Si abatido me he visto
por ti me he levantado,
puesto en pie,
y vuelto a caminar.

Como la sombra, esquivo,
nunca ausente.

Sujeto de mi mano,
como el agua o la arena,
entre mis dedos,
fluías, escapabas.

Si alguna vez  real 
o virtual, fuiste mío,
en presente mudabas al momento.
Para luego, convertido en pasado,
no ser más que recuerdo.

Lo tengo ya aprendido.

Hoy lo he visto en los ojos,
en la limpia mirada
de mi nieto.

Al fin lo he abrazado, alzado y sostenido.
Esta vez no te escapas.

¡Futuro …ya eres mío!



jueves, 5 de febrero de 2015

Hechos y dichos



Surgí de la humedad y la pasión.
De ola y arena.
Y si he de ser sincero,
de mucho amor y un poco de descuido.

Crecí con corazón de marejada.

Empeñe mi juventud por un futuro.

A fuerza de tormenta y de inquietud
he cruzado llanuras y montañas
surcado mares, explorado cavernas.
Tomado reinos,
instaurado repúblicas.

Sojuzgado al gigante
y ensalzado al humilde.

Afirmo en mi descargo,
que nunca usé la fuerza.
Mis armas fueron:
el verbo, la palabra.
En prosa o verso
En voz alta o susurro.
Tal que, en serio o en chanza.

Llegado así el otoño,
puedo, la primavera
recordar definirla.
El invierno
aguardarlo tranquilo,
que la siembra
madurará sus frutos 
cuando llegue mi ausencia. 



Quevedo y Yo



Pensando estoy que comentan,
que a Quevedo me asemejo.
Mas, ni porto su mostacho
ni son mis lentes redondos.

Ni estoy muerto, ¡Vive Dios!
Ni del Siglo de Oro soy.

Ni con la pluma me ensaño
con nadie que no merezca.
Ni haberes tengo heredados.
Ni puedo decir que he sido
hombre ilustre o cortesano.

Ahora bien, lo referido,
pueda aplicarse al formato.
En tal caso,
lo recibo como halago
pues pongo el alma en lo escrito.

Tal vez equivocó el parto
la madre que me alumbró
y en mil quinientos ochenta
fuera yo mismo, "El Buscón".




¿Quién soy?



Nada soy.

Si escribo es para ver
mi sombra en el papel.

Soy, casi, nada.

Un punto en una “i”
una tilde, un guión.
La más vana palabra.

No me avergüenzo. No.

Un paria de las letras.
De versos, vividor.
Evocador de sueños.
Un épico cantor de menudencias.

Cuando escribo me yergo

Soy verso. Soy poema.

Yo soy una persona.

Soy más que eso. Soy:
un pueblo, raza, especie,
soy Yo.

Yo soy La Humanidad

Por eso escribo.




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