martes, 16 de diciembre de 2014

El Aprendiz

Llegando estoy al fin del viaje
que, desnudo, inicié tiempo atrás.

Cautivo de la vida y desarmado
por el simple capricho del destino.

De mis manos ofrezco las caricias,
que nunca regalé.
Igual que de mis labios,
los besos que no he dado.

De mis ojos: imágenes, las luces,
el color, los paisajes
de los mundos soñados que no hallé
o que nunca existieron.

Y de mi corazón,
¡Ay! de mi corazón…
el amor que oculté
por vergüenza o pudor.
Por egoísmo.

En el próximo viaje,
el lastre de besos y caricias
de luces y de amores,
¡Lo juro!
esparciré a los cuatro vientos.

Llegando estoy ¡Al fin!
del viaje que, desnudo, inicié tiempo atrás.

Cautivo y desarmado
…¡Pero vivo!





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