martes, 11 de noviembre de 2014

¡Oh! Cardio Mío


Con la romana el peso y con el pie
de rey  te han de medir,
por ver si eres de ley o en vano brillas

Y aún suponiéndote el valor como al soldado,
habrás de demostrar ser álter ego
de aquel en quien resides, dando tu aporte en bien
 y en armonía,
en valiente y leal
y en noble y en amante.

¡Oh corazón!
Cual silente tambor, tu piel obligas.
Que ni al más fino oído tu música incomoda.
Pues a fe que ha de ser eterno tu silencio. 






Otoño



Basta ya de poesía
que no se moja en dolor.
Que no incomoda al poder
ni al que rige pone en jaque.

Basta de idea vacía,
de palabra edulcorada,
de discreta autocensura
por no levantar sospecha.

Recuperemos con fuerza
con la pluma y con el voto
lo que por justicia es nuestro.

Y si hay que podar…
Podemos.





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