lunes, 6 de enero de 2014

El verso que, perdido, fue encontrado.


Estaba en mi intención que, un gran poema
supliese, a lo comprado, cual regalo.
Y no es que considere como malo
el consumir y hacerlo por sistema.

Que cada quien resuelva su dilema
que no hallarán en mí ni el varapalo,
ni de mi boca oirán que yo lo avalo.
Lo cierto es que en sí mismo, no es problema

Pero como decía, mi intención
era que, por entero, este soneto
fuera a una persona regalado.

Por la azotea –achaco a mi intuición-
que se ha marchado el fin de este terceto:










No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores