sábado, 17 de noviembre de 2012

EL PANTALÓN


Si la comunicación
es hablar de un pantalón,
hagámoslo con pasión.

 Quizá, tenga enjundia el caso...
¿Granate, rojo o morado?
¿Tiene calidad el paño?
¿Salió caro o barato?

En la próxima reunión
-con mis queridos amigos,
que los pongo por testigos--
retomaré la cuestión
que en el tintero quedó:

¿Es de vestir o de “sport”?
¿Es de viscosa o de lino?
¿Es “campanolo” o ceñido?
¿Queda holgado por el "tiro"?

Para el invierno, ¿es de abrigo?
 
¿La cintura, trae trabillas
por donde pase la hebilla?

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Comunicar es un don.
Mas comentar el color
con que pintar el salón...
¡¡¡estando haciendo el amor...!!!

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¿Acaso la valentía
se oculta en la algarabía
de la labia sin medida?

¿O es que es falta de coraje,
o no tenemos bagaje,
o ausente está en el lenguaje
lo que requiere el mensaje?

¿Acaso es un disparate
querer sacarnos la espina
de usar como adrenalina
lo que en sí mismo es rutina?
 
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Cuelgo al aire mis deseos
-como preguntas con alas-
transportados por el viento,
no queden en mi garganta.

¿Qué esperamos de la vida?
¿Cumplimos expectativas?
¿Dónde reside la dicha?
¿Qué es lo que nos vivifica?
 

Por desidia o por costumbre
es un hecho que el acento
ponemos en el recuento
de lo que va en detrimento
del gozo: la pesadumbre.


 

 

 

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