CIFRAS

SETENTA Y CINCO

Setenta y cinco cumplo hoy.
Es primavera.
Aún recuerdo mis infantiles años
en la escuela.
Mis primeros amores juveniles.
Mi gran amor
que aún es mi compañera.

Las noches que pasamos

con los hijos en vela.

Las jornadas felices

en la naturaleza.

El trabajo incansable

que nos hizo posible
los sueños, las quimeras.

La alegría, el dolor

que ambos tallaron
¡en fin!
la vida entera.

Recuerdo mis errores,

y aunque me ruborice
recordarlos,
han formado, de mí
parte importante
hasta el punto
-también con mis aciertos-
de hacerme relevante.

Hoy me voy.

No hay opción.

Consciente de mi vida.

Orgulloso de ser
y de haber sido
solo un grano de arena.


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OCHENTA Y CINCO

Hoy cumplo ochenta y cinco

-eso me han dicho-
La verdad!... podrían ser noventa.

No se a que viene

el júbilo presente.
Ah si!... mi cumpleaños
¡que cabeza!

Que ganó el alemán

nuestra pelea,
es cierto y evidente. Mas...
¿Cuándo estuve en la guerra?

Dicen que con ahínco trabajé,

que fui feliz,
justo hasta que enfermé.

Incluso hay quien de mí

conoce algún desliz.

Aún conservo la cámara de fotos,

aquella que de joven adquirí,
mas... ¿porqué a gente extraña retraté?

Me miro en el espejo,

veo un viejo.
Supongo que soy yo,
pues el reflejo,
no duda en asentir
cuando yo asiento.

¿Esto es la vida?

Que gran desilusión.

Creo que yo decía:

“mis memorias, escribiré completas
... algún día”

Ya parto, del limbo en que me encuentro

como un grano de arena
batido por el mar...
y sin recuerdos.