MARCELO Y CAMILA

(diferencia entre amor, sexo e instinto)

Hallábanse disfrutando

Camila y Marcelo, un día
y mirando al horizonte
Marcelo así le decía:

“ ves, Camila, la belleza

de este prado, en sintonía
con el cielo, con el bosque
y los pájaros que pían ? “


Camila, le contestaba,
previendo qué perseguía:

“ Marcelo, tus intenciones

aún ciega, yo, las vería
mas, como amigos quedemos
que nos resta mucha vida”
 

Marcelo, no comprendía.

El la amaba.
Y la desidia,
- de la que gala, hacía-
le partía el corazón
cada noche, cada día

Así fue que, en primavera,

Marcelo así se decía:

“De hoy no pasa, que Camila,

caiga en mis brazos rendida”
 

Y ... digamos que jugó

con las cartas que tenía.
Apostó, como creía,
que la vida sin Camila
la pena, no merecía

“Mira Camila ¡que día!

Cómo, en el zenit, el Sol
con sus rayos ilumina”
 

Más pragmática, Camila,

quiso zanjar la cuestión:

“Marcelo:

permitiría
tus requiebros y caricias
tus halagos,
y contigo yacería.
Pero esos, tus negros ojos,
tu boca -que besaría-
esos brazos musculosos,
son de lobo ...
y yo soy una gallina”
 

En este punto, Marcelo,

Despechado
Se llenó todo de ira,
y guiado por el odio,
o el instinto o su agonía
de sus plumas, desnudó,
a su amiga la gallina